Leyendas blancas: Ronaldo
Nombre completo: Ronaldo Luís Nazário de Lima
Fecha de nacimiento: 22/10/1976
Temporadas en el Real Madrid: 4,5
Títulos con el Real Madrid: 2 Ligas, 1 Supercopa de España, 1 Intercontinental y 1 Supercopa de Europa.
Si ahora disfrutamos de un Ronaldo, al que también llamamos Cristiano, CR7 o El Comandante, en la pasada década disfrutamos de Ronaldo Il Fenomeno, El Gordito, The Real Ronaldo o como se le quiera llamar. Dejando atrás cómo se le llame a uno o al otro, nadie duda que tanto el portugués como el brasileño son dos jugadores irrepetibles, cada uno a su estilo.
Con una carta de presentación de más de 200 goles en fútbol de alto nivel, a cambio de 45 millones y con una maltrecha rodilla llegó Il Fenomeno a Madrid, y aún siendo un jugador al que parecía no sonreirle la suerte desde hacía tiempo, su estreno no pudo ser mejor. Dos goles en Liga en el Santiago Bernabéu ante el Alavés en un partido en el que jugó poco más de 25 minutos, marcando el primero de esos goles al minuto de saltar al terreno de juego.
En el verano que se le fichó acababa de ganar el Mundial liderando a su selección y siendo la Bota de Oro del torneo con ocho tantos. Antes de todo aquello hizo que media Europa se fijara en él con la camiseta del PSV, jugó un año en el Barcelona (sin ganarse por ello enemistades en Madrid, ni ganárselas tampoco después en la Ciudad Condal por vestir de blanco) y pasó por el Inter donde las cosas empezaron a torcérsele al 9 brasileño con una grave lesión que sufrió ante la Lazio el 12/04/2000.
Este momento no le dolió solo a Ronaldo, le dolió al fútbol
Ronaldo era potencia, precisión y técnica. Era increíble verle recibir en zona de ¾ y encarar portería rival mientras se deshacía o dejaba atrás (o ambas cosas) a los defensas rivales, todo ello gracias a su físico y velocidad. Sus arrancadas eran espectaculares y, acabarán o no en gol, ponían en pie al aficionado. Y si letal era su arrancada, mas letal eran sus finalizaciones, chutando en carrera de una peculiar que pocas veces permitía a los porteros saber cuando el balón salia de sus botas para ir directo al fondo de la red. En su época de blanco por desgracia nunca estuvo al 100%, tanto por los problemas con sus rodillas como por su hipotiroidismo que nunca le dejó recuperar la figura de finales de los 90, pero a muchos nos sirvió para ver el último canto del cisne: muchas arrancadas, innumerables destellos de calidad y muchos goles (104 en 177 partidos, siendo pichichi de la temporada 2003/2004 con 24 goles en 32 partidos). Su asociación con Guti fue de las mejores que tuvo en su carrera futbolística, como él mismo ha dicho, pero al igual que ocurrió con el “14″ blanco hubo parte del Bernabéu que nunca le aceptó tal y como era, un genio con sus virtudes y sus defectos, y se cebaron en los malos momentos con él, lo que hizo que sumado a limitaciones y problemas de salud cada vez mas evidentes, y a no disfrutar de muchos minutos en el Madrid de Capello el año de la “Liga del clavo ardiendo”, cogiera las maletas de vuelta a Milán, está vez al AC Milán, donde en total solo llego a jugar 20 partidos antes de volver al fútbol brasileño.
Sin duda Ronaldo era toda una referencia arriba. De los pocos delanteros que se han visto que diese tanta confianza a los pasadores a la hora de buscarle con la mirada. Corriendo al espacio Ronaldo ha sido de los mejores futbolistas de la historia. Tenía una buena aceleración, y sabía usar su cuerpo a la perfección. Si tenía que meter codos, los metía, pero en la mayoría de los casos su potente tren inferior, propio de la mayoría de los futbolistas sudamericanos, le daba la ventaja suficiente respecto al defensor como para no tener que jugarse la falta.
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