No lo valoramos
En cualquier equipo Cristiano Ronaldo tendría una estatua en la puerta del estadio como la tiene Eusebio en da Luz o Matt Busby en Old Trafford. El portugués ha marcado un antes y un después en el Real Madrid. Algunos dicen que lo marcó la vuelta de Florentino Pérez, pero para mí no. En el Madrid importan los jugadores, no la directiva. Ellos son los que nos hacen grandes. Antes de él, el Real Madrid perdía 2-6 en su propio estadio, caíamos humillados en octavos de la Champions y hasta nuestros propios aficionados se rendían al nivel del rival. Llegó él y la gente se sorprendía por esa pérdida de “señorío” que sufriría el Madrid con este jugador tan soberbio y prepotente. Algo que me resultaba extraño ya que quedar eliminado en octavos durante años no era señorío, era hacer el ridículo. Ganar una Liga con 100 puntos y que todo el planeta se hiciese eco del brutal equipo que formaban Alonso, Özil y compañía sí lo era, o al menos así lo sentíamos los madridistas. Cristiano fue el