Construyendo el fútbol: el 4-3-3

Estrenamos ‘mini-sección’ en Madridismo Subversivo, donde analizaremos el fútbol que despliega el medio del campo del Real Madrid, sus variantes y las opciones que tiene Ancelotti. Hoy, la primera entrega: el 4-3-3.

Parecía que el Real Madrid ya había encontrado su estilo de juego. El 4-3-3 era un hecho. Carletto había probado con todo, hasta que dio con este trivote formado por Xabi Alonso, Modric y Khedira. El equipo funcionaba, y después de cuatro meses se había hallado medio del campo definitivo. Entonces Khedira se lesionó, y toda la estructura que había costado tanto encontrar se desprendía. Había que buscar otro método, y teníamos dos opciones: Darle la responsabilidad a Casemiro, un jugador joven, sin ritmo de competición ni experiencia en primera, o cambiar el esquema y darle entrada a Illarramendi, Di María o Isco, los cuales no tendrían que adaptarse. Arriesgar o asegurar. 4-3-3 o 4-2-3-1. Pero, ¿Qué aporta cada esquema?

4-3-3

ATAQUE

El mediocentro: Xabi Alonso. Elegancia, sacrificio y fútbol. El tolosarra da esa salida de balón que todo entrenador desea. Esa seguridad para los centrales de saber que delante suya hay un compañero que no la perderá. Xabi es pase corto y preciso, pero también es pase largo y disparo. Se podría asegurar sin temor a equivocarse que tiene el mejor golpeo en largo del mundo. De todos es sabido que cuando él tiene el esférico, cualquiera de los extremos puede desmarcarse y recibir en una buena posición de ataque. También es espléndido en el disparo lejano, poniendo centros al área y lanzando penaltis.

El interior derecho: Khedira. Seriedad, potencia y contundencia. Atacando es el que menos responasbilidad tiene de los tres, pero aun así le gusta llegar al área. A pesar de que no es Iniesta con el balón, es bastante efectivo cuando pisa campo contrario, conoce sus limitaciones y nunca se arriesga más de lo debido. Una cualidad que debería de ser básica en todos los jugadores, pero que solo muy pocos pueden lograrlo.

El interior izquierdo: Luka Modric. Visión, tiro lejano y calidad. Es el que más potencial ofensivo tiene, y así lo utiliza. Ya se vio la temporada pasada frente al Manchester United el gran disparo que tiene, y aunque no suela disparar muy a menudo, cuando lo hace es letal. Además, su visión de juego y su facilidad para desprenderse de los rivales hace que pueda dejar prácticamente solos a los delanteros.

DEFENSA

El mediocentro: Xabi Alonso. Xabi también tiene un compromiso defensivo inmenso, y no ha sido ni una ni dos las veces que nos ha sacado de varios apuros, incluso varias veces despejó el balón en la línea de gol. Aunque a veces peca de contundente y agresivo, Alonso es fundamental en campo propio, tanto tapando huecos como corrigiendo errores de los defensas.

El interior derecho: Sami Khedira. Es el que, en teoría, debería sostener al equipo defensivamente, pero la gran labor de sus otros dos compañeros le libera de tal manera que puede descolgarse en momentos puntuales para atacar. Como ya se contó en “El jugador de la semana” dedicado al alemán, Sami es de esos jugadores que no destaca por ser un futbolista vistoso, sino que es completo, discreto y agresivo.

El interior izquierdo: Luka Modric. Al contrario que Khedira, Luka es el que debería defender menos, pero su sacrificio es brutal, y durante este último año ha mejorado defensivamente de manera excesiva. Y eso es bueno, la calidad defensiva que ha adquirido, unido a su técnica atacante, le hace un jugador aún más completo. Ya se vio en la eliminatoria frente al BVB la temporada pasada que junto a Xabi Alonso puede cumplir ese rol de doble pivote. Si el croata destaca por algo, es por su capacidad para robar balones, y ya se ha asentado como uno de los mejores del mundo en su posición.

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