Isco, el culé que pone en pie Chamartín

Todo empezó en el equipo local de Benalmádena, Málaga, donde dio sus primeros pasos como futbolista. Pasos que le llevaron a firmar por las categorías inferiores del Valencia en 2006, con tan solo catorce años. Cuatro años después, debutó con el primer equipo en un encuentro de Copa, donde destacó por encima del resto. En 2011, volvía a su tierra natal para jugar en el Málaga, a las órdenes de Manuel Pellegrini. Se empezó a escuchar un nombre por toda España. Isco. Y en la temporada siguiente, al haberse clasificado para jugar la Champions, por toda Europa. En los octavos de final, un gol suyo empató el partido que hasta ese momento, había sido el más importante de toda la historia del club andaluz.
Casualidades de la vida y fallos arbitrales, privaron a Alarcón de llegar hasta semifinales, en lo que se hubiese enfrentado a su futuro equipo. Un gol en el último minuto de Felipe Santana en claro fuera de juego destrozaría cualquier esperanza blanquiazul.
Isco ya era mundialmente conocido como una de las grandes promesas del fútbol actual. Prueba de ello fue el premio Golden Boy que ganó en su último año con el Málaga. En las categorías inferiores de la selección española ya había despuntado. En total, ha jugado sesenta y seis partidos con la rojita, y aunque se ha convertido en indiscutible en las concentraciones de Del Bosque, solamente ha podido disputar un único partido con la absoluta. Hasta ese momento, solo había ganado la Eurocopa 2013 Sub-21, en la que fue nombrado bota de oro marcando uno de los cuatro goles de la final frente a Italia, y seleccionado para formar parte del equipo ideal del torneo. Acababa el torneo, y media Europa se peleaba por el crack malagueño.
isco-golden-boy
Había sonado para el Barça, también tuvo una oferta del Borussia Dortmund, y la más tentadora, la del City, donde tendría un puesto asegurado con la llegada de Pellegrini al club inglés. Pero no, Isco no se decidió por ninguna de estas, se decidió por la de Florentino Pérez, por la del Santiago Bernabéu, y por la del Real Madrid. Y ahí empezó el problema.
isco Barcelona
Muchos aficionados madridistas no le querían en el club blanco ni de broma. Una de las fotos más publicadas durante el mes de Julio fue esta. La de Isco con la camiseta del Barça. Se han encontrado fotos de Modric con la camiseta blaugrana, de Casillas con la del Athletic, pero esta foto molestaba bastante. Lo cual sigo sin entender demasiado. La campaña de desprestigio sobre Isco continuó con una portada del diario deportivo Super, donde el jugador se había declarado anti-madridista años atrás.

Pero ojo, que no acabaría ahí la cosa, resulta que el chico tiene perro. Y no un perro cualquiera, un perro llamado Messi. Aún no entiendo como el chaval sigue suelto y no en una cárcel siberiana sufriendo infinidad de torturas. En la rueda de prensa de su presentación, un periodista que ha estudiado una carrera y que me imagino que habría estado varios días preparando su intervención, le preguntó el porqué del nombre del perro. Él contestó que suele poner a sus perros nombres de sus jugadores favoritos, y que ya había tenido otro al que le había llamado Figo. Pero claro, salió gente diciendo que era el Figo de la época del Barça. Desde aquí hago una llamada a todo madridista que le guste un jugador del Barça, para decirle que desde este momento ya no es seguidor del Real Madrid. Si te gusta un jugador del Barcelona, está terminantemente prohibido apoyar al Madrid.
La gente prefería juzgarle por el nombre que puso a su perro o por lo que hizo en el pasado, que esperarse y ver como rendía con la camiseta del Madrid.
Tras una pretemporada espectacular recorriendo Europa y Estados Unidos. Isco se enfrentaba a su debut oficial en el Bernabéu, contra un Betis al que no es nada fácil ganar, y que ya había avisado su técnico que estaría bien preparados para el encuentro. El malagueño ofreció un recital en su primer partido en el templo madridista, dando la asistencia del primer gol y marcando el tanto definitivo que sellarían los tres puntos. No le podían ir mejor las cosas. La conexión Cristiano – Isco – Özil funcionaba a la perfección. Pero el último día del mercado de fichajes, y tras la llegada de Bale, Mesut se marchó.
Todos los madridistas lamentábamos su pérdida. Aunque no te gustase el juego del alemán, era obvio su calidad y potencial. Pero ya ha hecho olvidar al bueno de Özil. Y no era nada fácil. El chico ha hecho que Ancelotti pregunte a Zidane que si espera que sea su sucesor como gran mediapunta del Madrid.
Ahora mismo, a finales de Septiembre y cuando comience el partido que enfrentará al Real Madrid con el Elche, habremos tenido en nuestras filas a la perla del fútbol español durante 61 días. 61 días que le han servido para marcar cinco goles oficiales con la camiseta blanca, 61 días para ser el centrocampista más goleador de la Liga, 61 días para deslumbrar al Santiago Bernabéu con su magia y 61 días para enamorar todos los corazones madridistas. Francisco Román Alarcón Suárez. Disfruten.


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