Obituario FICTICIO de Unai Emery


Este pasado domingo, Unai Emery falleció en París de regreso a su domicilio de la capital francesa, tras un accidentado PSG 1-7 Olympique de Marsella. Al parecer, y según el portavoz de la policía nacional francesa, el resultado del clásico francés provocó tal ira en los aficionados parisinos que un grupo de ultras manipuló el coche del técnico vasco, provocando su explosión al arrancarlo.

El propio Paris Saint-Germain, en un comunicado leído por su presidente Nasser Al-Khelaïfi, confirmó el fatal desenlace, anunciando en el mismo acto que se harán responsables de cualquier sanción que les imponga la Ligue 1, la UEFA o la FIFA sin ninguna intención de recurrir, además del esperado anuncio de la expulsión de los grupos ultras que ocupan el fondo norte del Parque de los Príncipes. Estas peñas fueron readmitidas en el estadio la pasada campaña, en una decisión bastante polémica del Al-Khelaïfi con la intención de reanimar las gradas durante los partidos.

Unai deja mujer y tres hijos en España, concretamente en Sevilla, donde residen desde que el técnico dejase la Liga española para embarcarse en el proyecto francés. Desde allí, Luisa Fernández ha querido agradecer las muestras de apoyo y cariño de todo el mundo del fútbol y en especial del español, que guardará un minuto de silencio en todos los partidos de esta próxima jornada de liga y llevará brazaletes negros durante lo que resta de campaña.

Como herencia futbolística, deja nueve años como futbolista profesional y trece como entrenador. Creció en la cantera de la Real Sociedad, hasta que en la temporada 95-96 pudo debutar con el primer equipo txuri-urdin, aunque nunca encontró la titularidad. Desde entonces, Toledo, Racing de Ferrol, Leganés y Lorca pudieron disfrutar del Unai Emery mediocentro.

Desde los banquillos logró sus títulos más importantes, dándose a conocer en su corta trayectoria en el Lorca, donde comenzó a dirigir nada más colgar las botas. Su primer trabajo como técnico le llevó a dirigir al Almería, equipo al que logra ascender de categoría y dar el salto a su primer grande, el Valencia. En Mestalla consigue la regularidad que se le exige a cualquier entrenador pero sin conseguir ningún título, algo que en una etapa turbia institucionalmente desembocó en su salida del club.

Tras una corta aventura en Moscú, volvió a España para dirigir al Sevilla, sin lugar a dudas el equipo con el que logró el reconocimiento mundial. Sus tres Europa League consecutivas, en 2014, 2015 y 2016, le otorgaron el prestigio suficiente para que QSI, fondo de inversión propietario del PSG le confiase su increíble proyecto deportivo.

Su muerte no solo deja huérfano un banquillo, también a miles de aficionados enamorados de su idea de juego, filosofía de referencia en el fútbol. Descanse en paz.


Este es un obituario ficticio realizado como práctica para la asignatura de Periodismo Especializado en Educación y Deporte.

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